Palta al desayuno.
Palta a la once.
Palta con rolls.
Palta en paletas de helado.
Palta «Meléndez» (ver humorista).
Palta Reina y Palta Cardenal.
Ensalada Apio/Palta
Churrasco queso/palta; churrasco italiano.
Completo italiano, dinámico o brasileño (todos con su palta molida, claro)
Aceite de palta.
Leche con palta.
Palta para la salud, para el pelo maltratado, para embarazadas, para anémicos…
Palta, palta, palta, palta…¡repita hasta el infinito, regrese y siga con palta más allá!
La palta en Chile es emblema nacional.
Eso sí: Tenemos la poesía al debe pues aún no ha nacido el poeta que le dedique unos sonetos a esta preciosura de negro y verde. Pero, a falta de palabras, la palta está metida no solo en la boca y el paladar chileno, si no que en el alma nacional. No por nada según el Comité de Palta Hass Web, el mercado interno lidera el consumo con un 45%. La sorpresa es que, esta variedad de palta nacida en la década de 1960, viene de California, más específicamente del huerto del señor R.G. Hass en La Habra. Y fue él quien adaptó a su vez un árbol de origen guatemalteco. En Chile, como vemos, la acogimos muy bien.
Por eso es que si vienes a Chile, es y será un DEBER que comas algo con palta. Es más, creo que aunque quisieras, no podrías zafarte de comer palta. Para mostrarles las infinitas alternativas, aquí va una pequeña vitrina con momentos hechos de paltas.
Al desayuno: hasta hace un par de años, los chilenos no acostumbraban desayunar fuera de casa. Por eso, y en consecuencia, nadie esperaba encontrar un pan con palta (tostada con palta molida) como se puede pedir hoy en casi todos los desayunos o «brunch» que inundan sobre todo la capital (en regiones suele perdurar la costumbre de desayunar en casa). Dónde pedir pan con palta? Por mencionar solo algunos: Café Colmado; Dolce&Salato; Emporio La Rosa; El Cafetín; El Rey del Completo; Daniel’s Bakery; Mulato Restaurante; Wonderland Café; Café Torres; Café Ópera, Quinoa Restaurante y…hasta en las salidas de las estaciones de Metro, sea en Santiago, Valparaíso…Ojo que mientras más al sur, más caras e inaccesibles son las paltas.
Al almuerzo: Desde liviano tiradito, refrescante ceviche, sorprendente palta asada, repetidos «rolls»churrascos, completos (versión chilena del hot dogs); ensalada de apio celery /palta; o la que usted se arma a su antojo pudiendo agregar palta, hasta las chilenísimas Palta Reina y Palta Cardenal, el elemento verde está por todos lados.
A la once: En Chile, la once es la «hora del té» pero la definición queda cortísima pues en una once «completa», nombre que puede encontrarse en muchos cafés o fuentes de soda, entran muchas cosas, entre ellas, se repite el «pan con palta» o, si es más casera la invitación, verá palta molida entre las cosas que puede echarle a un pan.
A la cena: La palta también sabe vestirse de gala. Aquí unos ejemplos, pero hay muchos más, sobre todo en la zona central de Chile. No vaya a Punta Arenas, por ejemplo, exigiendo palta, pero sí la encontrará generosa en muchas otras regiones del Chile de clima mediterráneo.
Aclaración: Palta no es «avocado», ni es solo Hass.
Aunque parezcan lo mismo, y vengan de la misma raíz botánica, la palta que se come en Chile hoy, y a la que nos referimos en este posteo, es la Palta de la variedad Hass. Cremosa, aceitosa, de tamaño pequeño a mediano. No es, por lo tanto, un aguacate. Si la muele, se dará cuenta de que la palta exuda aceites naturales y no agua, como el aguacate; y es más pequeña, de exterior negro y rugoso. De hecho, cuando llegó, según se sabe, de Perú, era despreciada por su color negro y se la daban a los chanchos.
La segunda precisión es que, aunque corren riesgo de desaparecer (y me lamento de aquello), en Chile existen (o existían) otras variedades de paltas. En mi infancia recuerdo dos cosas sobre las paltas:
1) No las comíamos todo el año. A lo más la temporada se extendía en verano, pero hoy la Hass está todo el año. a lo más la suplen por la Edranol, que es muy similar. En todo caso, algo ha cambiado pues en el Comité de Palta Hass dicen que la mejor época del consumo de paltas en general (revisé variedad por variedad) sería desde fines de mayo a fines de julio, y lo cierto es que los precios se elevan llegando a agosto. Pero luego viene la variedad Reed cuyo peak de consumo es en verano. Como decía, ¡palta tooo el año!
2) Había unas con «hilachas» que no tengo aún claro si son las llamadas Palta de La Cruz (lo sabe por su cáscara color berenjena), la Bacon, Sutano, Negra Ester o la Champions, no lo sé y por más que busqué no encontré la referencia. La cuestión es que existen variedades que entrarían en la categoría de «con hilacha» pero como además de mostrar la hilacha maduran más pronto, el mercado global las fue dejando a un lado. Eso sí, en parcelas y casas de la zona de Quillota, La Cruz, Limache y Ovalle, zonas palteras por antonomasia, quizás alcance a probar.
Su nota histórica: Origen del Palto en Chile
(Fuente: Historia y Desarrollo del Palto en Chile Francisco Gardiazabal Irazabal Facultad de Agronomía Universidad Católica de Valparaiso, Quillota, Chile)
Los Incas del Perú distribuyeron esta especie hacia el sur, por la costa del Pacífico, desde Colombia a Perú, con el nombre de «palta», aunque no está muy establecida la forma en que el palto llegó a Chile.
Vamos primero por el nombre palta: Según Garcilaso de La Vega (siglo 17), este apelativo provendría de la provincia de Palta en el Ecuador, desde donde los Incas la llevaron al Cuzco. Y de ahí es que no solo en Chile sino en las regiones de Colombia, Perú y Argentina y le decimos palta.
Vamos ahora por el árbol: Claudio Gay, en su tratado de botánica escrito a mediados del siglo XIX, no menciona el palto entre las plantas existentes en Chile. Según Hodgson (1959) la palta fue introducida a Chile por los españoles, presumiblemente a comienzos del siglo XVII, desde las costas del Perú. Pero como les decía antes, al tener una corteza negra, fue despreciada por los humanos, quienes se la daban a comer a los chanchos. Fue solo en los años 40, ya en el siglo 20, que un vecino de Quillota empezó a plantar paltas con resultados maravillosos que otros agricultores siguieron. Y, cuento corto, esa tierra, ubicada a pocos kilómetros de Santiago, cercana a la cordillera de Los Andes y al río Aconcagua, y que ya era fecunda en frutas como las chirimoyas y las nueces, se llenó de paltos. Hoy se los ve casi colgando en las montañas y forman parte del paisaje natural y económico de la V región.
¿Y sabías qué?
El palto (por el lado de la familia Lauraceae) está emparentado con el lingue, árbol nativo que crece en el sur de Chile.