Los últimos domingos de cada mes, a las 10 de la mañana, en diversas esquinas, salidas de Metro o plazas de Santiago, un grupo de gente de todo tipo, color y, admitamos… «cara de sueño», se juntan a recorrer un Santiago nuevo. Este domingo 25 de marzo, en el marco del mes de la mujer, la invitación tiene tintes femeninos, reivindicando la presencia de las mujeres en el espacio público colonial. Así de exquisito. El recorrido que les menciono se llama: Pasos callados: las mujeres en el espacio público colonial y es GRATUITO.
¡Lo repito mucho porque la gente no termina de creerlo! No requiere inscripción previa y solo deben llegar a las 10 de la mañana a los pies de la estatua de Pedro de Valdivia en la Plaza de Armas de Santiago (Metro Plaza de Armas – línea 5). El recorrido termina pasadas las 13hrs.
¿Cultura Mapocho?
Así se llama la organización que, de hace unos 11 años, organiza recorridos patrimoniales por Santiago. Hoy que todo el mundo adora Santiago, inventa recorridos por galerías, bares y barrios, y en un momento de «ave fénix» en el que todos le van encontrando alguna gracia a una ciudad que hasta hace poco tenía apodos como «Santiasco», los profesionales de Cultura Mapocho fueron visionarios o románticos empedernidos al estudiarla y compartir sus aprendizajes con todos. Simplemente veían la ciudad con otros ojos y otros pies.
Sus invitaciones no dejan de ser sugerentes y van creando adicción: Santiago Catastrófico (recorre la historia de incendios, terremotos y otras calamidades propias de la geografía chilena que, ya saben, dan para situarnos en el Top Turístico Mundial de catástrofes naturales); el Recorrido de la Salud (o de las enfermedades, hospitales y afines); el Santiago Literario (ese Santiago relatado en novelas como Martín Rivas y también desde hoteles, pasajes y calles del centro de la ciudad); el Santiago Cívico (el de ministerios y funcionarios); y hasta más alejados del centro como el de El Llano; Villa Olímpica, Ñuñoa, La Chimba, Cerro Santa Lucía, Franklin y siga usted contando.
Por algo son ya 11 años los que este grupo de profesores, historiadores y adictos al patrimonio viviente, experimentable y opinable, llevan trabajando por una mirada nueva de la ciudad. En un momento en que los «tours gratuitos» parecen obvios y naturales a toda gran ciudad del orbe, resulta reivindicatorio resaltar el trabajo y la dedicación de Cultura Mapocho.
Para cualquier amante de la historia menuda, la que se esconde en párrafos perdidos de un poema o en un edificio en ruinas, y para cualquiera que esté alarmado por la velocidad con la que perdemos memoria, olvidamos historia y desatendemos el patrimonio, Cultura Mapocho es una luz de esperanza que necesitaba comunicarles.
Basta con seguir su Facebook o entrar a su sitio web para informarse de cada nuevo recorrido. Como les decía, siempre son el último domingo de cada mes, y cuando hay excepciones o agregados, ellos usan las redes sociales para comunicarlo. Duran unas 3 horas, publican el recorrido completo, para quien se quiera sumar después, se termina con una hermosa foto final del grupo, rifan libros y poco a poco uno se va encontrando con las mismas personas, conformando una pequeña pero fiel comunidad de «mapochinos». Esto de «hacer hablar hasta la piedra más insignificante» es realmente un apostolado para Luciano, Volker, Magdalena, Alejandra y todo el equipo.
¿Qué he aprendido de Cultura Mapocho?
La existencia de la Cruz de Mayo.
El otro héroe del incendio del teatro Municipal, que no es Tenderini.
Lo que había en la esquina de Agustinas con Ahumada, relacionado con La Quintrala.
La importancia de la Calle Estado, antes de ser la calle de las zapaterías.
La cantidad de teatros, burlesques y vida nocturna que había en Santiago antes del Golpe Militar del 73.
La falta de política urbana en sitios tan centrales como el Paseo Bulnes, a 2 cuadras de La Moneda.
Las dimensiones de los departamentos de la Villa Olímpica o la Villa Portales, hoy tan descuidados, pero testimonios de otra manera de ver la vivienda digna en Chile.
Que las huelgas y levantamientos educacionales existieron en Santiago mucho antes de los «pingüinos».
Y así…La ciudad de Santiago es, después de unos 5 años, una ciudad distinta, valiosa, memorable y, por eso, querible. Como suelo repetir, cómo es que alguien se puede aburrir en la capital chilena? Para mí es imposible y eso, en gran medida, se lo debo a Cultura Mapocho.
Aquí les muestro un ejemplo de los mailings que envían y publican de cada actividad.
Cultura Mapocho
Ver recorridos y charlas previas en www.culturamapocho.cl web
👍🏻 No necesitan inscripción previa. ¡Solo lleguen con puntualidad!
☝🏼 Llevar agua, mate, café, protector solar y/o abrigo. Hay personas que llevan hasta un piso para sentarse en cada «detención».