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Moroccan way!

Jul 15, 2019

Moroccan way es la manera de hacer – o no hacer – determinadas cosas en Marruecos y es lo que me inspira hoy. Tómalo o déjalo, así es Marruecos.

Llevo más de 2 meses viviendo, viajando, vacacionando…y, en simple, moviéndome por Marruecos. De todas mis andanzas, desde Tanger a Al Hocema, de Taza a Imsouane; de Essaouira a Sidi Ifni o desde Dakhla a Marrakesh, grandes o pequeñas ciudades, gentes de pueblo o europeos arraigados en esta tierra, en todas y todos, y ya desde el primer día se me ha repetido esta frasecilla Moroccan Way! con un aire de disculpa o de «así es como es no más «.

Aquí voy con algunas escenas que seguramente encontrarás en tu viaje a este país dulce como el azúcar, espumante como su té a la menta y esponjoso de abrazos y de panes. Sabores que se mezclan con las palabras, los buenos y malos ratos, con la luz austera de las Medinas y el brillo de los ojos de las mujeres beréberes.

Tómalo o déjalo, así es Marruecos. País africano que se resiste a ser de Africa, tanto como se resiste a ser de la Europa imperialista. Esa primera contradicción es ya parte del Moroccan Way o como se diría en francés, » C’est le Maroc!».

Moroccan Way es … secar la ropa donde sea.

Digamos arbustos en medio de la ciudad, árboles, ventanas de autos, entre otros inusuales lugares. Las terrazas, claro, son el lugar habitual de secado de ropa y si miras con atención verás que colocan centenares de ganchos para sujetar las prendas. Otra escena muy marroquí es ver un tendedero de toallas afuera de las peluquerías.

Moroccan way es...

Ver cualquier medio de transporte usado a su máxima potencia. Te doy algunos ejemplos para que me entiendas mejor: Motos con 3 jóvenes bien pegados y acomodados detrás del conductor; niños casi colgando en el tuktuk del papá; motociclistas cargando con destreza una sandía entrepiernas por las callejuelas de una Medina; camiones cargados de pasajeros en su carga trasera; mulas repletas de hierba; camiones cargados de paja en frágil equilibrio; taxis colectivos con 3 pasajeros adelante, además del conductor, y otros 4 ó 5 en el asiento trasero (éstos suelen ser autos marca Mercedes Benz muy pero muy antiguos). Se diría que donde caben 3, caben 4, y que donde caben 4, caben 6…

Moroccan way es…

Usar el encendedor cuando ya no tiene ni una chispa de gas. No menosprecies el encendedor ya que no hay posibilidad de beber el tan frecuente «whisky marroquí » si no puedes encender la cocina, cocinilla o incluso el brasero. Me doy la licencia de contarles que me he deshecho los dedos intentando encender un fuego. Pero para el marroquí siempre serás tú el que no sabe cómo se usa y no intentes explicar qué no tiene gas. Si quieres viajar tranquilo, compra tu propio encendedor o yesquero.

Moroccan way es...

Reconocer la señalética de tránsito y cualquier letrero oficial en 3 idiomas distintos: primero el árabe, luego el beréber o amazigh y el francés. De estos 3, creo que ninguno nos impresiona tanto como el beréber, por la belleza prehistórica de cada jeroglifo, y por la novedad. Así, por todo el país, y sobre todo en el Alto Atlas, se nota que el influjo del pueblo beréber (que representa más del 70% del país con sus diferentes tribus y subculturas), va retomando su lugar en la cultura llamada marroquí. Es un tema profundo, ciertamente, que no pretendo agotar. Solo quiero sólo dejar el punto ya que se encontrarán con los letreros, la lengua y el orgullo de los beréberes.

Moroccan way es

Revolver el azúcar del té trasvasijando el líquido repetidas veces – normalmente tres veces – de la tetera al vaso. Por eso es que también es muy «Moroccan way » no usar cuchara. El té se revuelve en sí mismo y ojo a la espuma que va dejando en el vaso ya que eso es muy bien visto. Sin espuma? Es un mal signo: tradúcelo como mal té o que lo hizo alguien que no sabe. Los marroquíes son muy testarudos…si te ponen mala cara ante un té, mejor te callas. Y aceptas que el suyo es el mejor!

Moroccan way es…

Usar las manos para todo. Se come con las manos, se hace el pan con las manos, está la mano de Fátima en muchas puertas, se saluda estrechando las manos (después viene el beso). Las manos están muy presentes en el pan o en la masa de la pastila, ya sea sobre el jobs (pan) más común o el smen más aceitoso, y es una imagen que tienes que guardar en tu memoria de viaje. El apretón de manos también sella negocios y acuerdos. Y, aunque suene contradictorio, las mujeres protegen sus manos con guantes, las adornan y las celebran con henna.

Moroccan way es…

Que tengas que preguntar mucho para llegar a la verdad de todo. Es agotador, sí. En Marruecos hay muchas cosas triviales como preguntar un precio, o la diferencia de ina especie, que te pueden agotar. Pero una vez que aprendes, te haces respetar y también te ahorras malos ratos. Así por ejemplo, si ingenuamente entras en una pastelería con decenas de dulces «árabes «, preguntas de qué son y te responden que todos son lo mismo, que son de almendras, no desanimes! En tu lógica (la mía al menos) dirás, para qué hacer el mismo pastel 24 veces…pero resulta que con paciencia aprendes que unos son de almendras, otros de maní, pistacho, unos llevan huevos, otros agua de rosas y así, si un pastelero, un boletero, un motorista o el que sea no te quiere explicar, habrá otros que sí. No te desgastes al primer intento. Ve tomando nota mental poco a poco.

Moroccan an way es...

Bendecir el agua y nunca negarla. Es una hermosa costumbre que donde vayas, ya sea para lavarte las manos o tomar agua, siempre la encuentras disponible. Sería muy extraño que alguien te negara agua. Sinceramente, sucede todo lo contrario: te ofrecen agua y es deliciosa. Si además, como sucede en el Alto Atlas, el agua viene de alguna «source » o fuente natural, por favor llévate un bidón!

Moroccan way es

Que no haya basureros y que, lamentablemente, se usen playas, parques , calles o el lugar que sea para botar basura. Son imágenes que me chocan…Imágenes como ver papeles lanzados desde un bus, o dejar las playas llenas de todo tipo de papeles, desde envoltorios de helados hasta las cebollas, tomates y todo el rastro de un tajine donde sea que lo cocinaste. Son escenas lamentables porque vienen en gran mayoría de niños y jóvenes.

Moroccan way es…

Que la noche sea el día y el día sea la noche. Por calor o Ramadán, la noche despierta de un modo distinto en Marruecos (y muchos países árabes). Presta atención a estos cambios porque tampoco son fijos en todo Marruecos, cambian en grandes ciudades, y cambian dependiendo del frío o del calor. No le temas necesariamente a la oscuridad ni seas tan crítico ante el desgano que tienen muchos a la luz del día. Como turistas, puede darnos luces distintas de esta cultura. Un café a las 23 horas? Claro que sí. Un tajine a medianoche, ok, mi estómago lo puede superar.

Moroccan way es

Que la geografía marroquí te confunda: que el centro sea el sur, que el sur sea el centro y que el Sáhara Occidental casi no sea Marruecos. Da para risa pero como en pocos países, en Marruecos las referencias geográficas se pierden. Estás en Marraquech, que ya piensas como el centro y eso no es el centro. Estás en Agadir, pensando que es el sur, y eso es el centro. Y cuando ya parece que llegaste al sur más austral del país, que es el Sáhara Occidental, ese territorio no es completamente marroquí. Así es que no te impacientes…solo pregunta por Ciudades y pueblos, olvida la exactitud del medio Atlas o del Anti Atlas o…mejor consíguete un buen mapa y sigue tu ruta.

Moroccan way es

Que Marruecos no sea Africa. Los marroquíes te hablan de Africa como si Marruecos estuviera en …no where! Déjame contarte que durante varios días escuchaba hablar de los «africanos», en referencia a los «negros» o «blacks», tras varios malos entendidos, caí en cuenta de que por motivos que de seguro toman el pasado colonial del país, aquí no hay una conciencia 100% africana. Como todo lo que les estoy relatando, da para disquisiciones profundas. A ver si cuando viajen a Marruecos les pasa igual que a mí.

Moroccan way es

Encontrar excusas para todo. Si tienen sueño es porque es Ramadán, pero resulta que solo los hombres «padecen» con dolor estos ayunos, andan malhumorados y…. las mujeres no. Ellas siguen cuidando niños, haciendo el aseo y cocinando con toda la gracia del mundo. Ya sacarán ustedes las conclusiones culturales de lo que les estoy contando. Por otra parte, también me ha exasperado la excusa de la basura, basura por todos lados. Y la excusa es, por ejemplo, que el gobierno no hace nada! Si comentas algo del estado de los caminos, también es culpa de funcionarios y ministerios. Sin embargo, nadie paga impuestos! Si un intermediarios del bus te obliga a pagar más de ida que por el viaje de regreso, vaya! También hay una excusa…y es que el viaje de ida cuesta más que el de regreso! Así no más. Siempre hay alguien a quien culpar que no eres tú! Es Marruecos.

Moroccan way es…

Que se use inchalah como final de frase de todo. Eso es simpático, pero con el tiempo te vas dando cuenta de que puede ser una palabra vacía y exculpadora. Se trata de prestar atención cuando te dicen inchalah al final de un acuerdo pues eso puede significar que nada es muy cierto…como les decía antes sobre las excusas, el inchalah al final de frases como «Nos vemos mañana», o «Mañana te esperamos para tomar un café», queda en la nebulosa de lo 90% improbable. Solo Alá sabe y dispone. Y para relajarte y no tomar los compromisos tan seriamente como lo haría un alemán, yo te recomiendo que te rías y repitas inchalah!

Moroccan way es…

Esperar, esperar, esperar. Esperan sentados en un pequeño taxi hasta que – inchalah – se llene. En esa espera pueden pasar tranquilos 45 minutos sin siquiera chistar, muertos de frío, de calor, apretados ya como sardinas pero eso sí, obedientes en la espera. Tampoco preguntan o conocen de antemano el valor del pasaje…solo esperan! Hay mucha espera, muchos «tiempos muertos» que como turista debes aceptar o aprender a manejar. Son tiempos que también te hacen reflexionar sobre Marruecos…un país de contradicciones vivas, humanas, sombrías, luminosas y alucinantes que te devuelven al pasado prehistórico, y sin pausa, te inspiran a regresar. Yo, seguro, regresaré.