Sonará a auto bombo, promoción muy cercana o delirio de soberbia…pero, bueno, me dedico a escribir y muchos amigos me «reclaman» de que no les «aviso» cuando publico algo.

Esta columna tipo reportaje es ya mi tercera colaboración en Revista Rusticae (http://www.rusticae.com)

Rusticae (de la red hotelera internacional The Goodlife Company) es una red de hoteles con encanto, restaurantes y viñas. Conocí a Pablo Granell, su Gerente en Latinoamérica y director de la revista, hace casi 2 años cuando lo entrevisté para un perfil en la revista In Wines, de clase ejecutiva de Lan, donde escribo desde hace añales. Su perfil de valenciano universal, sus años iniciáticos limpiando habitaciones y su devoción por el servicio me llamaron la atención, sin mencionar que es de los que no viajan con la peor ropa del armario si no todo lo contrario. Es su lado antiguo, nostálgico. Seguimos en contacto hablando de lo humano y de lo divino, nos fuimos encontrando en exposiciones o eventos…hasta que un día me invitó a colaborar en temas gastronómicos. Verán que no es una típica columna de crítica gastronómica, no hay notas ni estrellitas, pues siempre le pongo mi cuota de viaje. Es mi convicción que si vamos a comer y probar cosas nuevas, hay que moverse del espacio cotidiano o, al menos, combinarlo con lugares nunca antes explorados. De ahí nace Entre fogones, un espacio que agradezco mucho, mucho, porque me dan carta blanca, libertad total y así me lanzo a buscar lo que realmente me ha cautivado. Quedan muchas cosas afuera, siempre hay una selección. Échenle la culpa a mi memoria, a mi impulsividad…

Mejor lean mi Menú Soñado que está entre las páginas 52 y 56 de revista Rusticae dedicada a los Sueños.

https://issuu.com/equiporusticae/docs/tercera_revista_flip1?e=0