Escuela Militar, hoy al fin puedo escribir sobre ti. Has empezado a mostrar capullos de esperanza culinaria y cafeínica. Así, de ser un toque técnico para entrar o salir del Metro, poco a poco vas abriendo paso a cafés, emporios y paradas sabrosas. Gracias.
Para quienes no entienden mi introducción, les cuento que Escuela Militar es el nombre de una de las estaciones del Metro de Santiago Metro Web más señaladas pues por decenas de años fue el límite oriente de la línea principal, la línea 1.
Por años también me aparecía como un polo de movilidad urbana lleno de oportunidades y siempre decaído, siempre mal concebido y siempre desechable a la hora de alimentarse, entretenerse e incluso transitar. Los vecinos de Las Condes quizás piensen diferente pero si siguen leyendo me entenderán.
Primero, abajo del Metro se concibieron galerías comerciales soterradas que por años estuvieron a mal traer y luego definitivamente abandonadas. De ahí a convertirse en antro de meones, basural y delincuencia, bastó nada. Daba pena. Eran 2.232 metros cuadrados desperdiciados. Más aún pensando que todo esto ocurría en una de las comunas más pudientes de la capital chilena y en un lugar en el que, ya por esos años, se calculaba que circulaban 2 millones de transeúntes al mes.
El cambio fue radical cuando, en 2008, se inauguró el llamado Subcentro Las Condes Web que tomó las galerías y sus negocios, amplió los accesos, abrió plazas, renovó señalética y así volvió a la vida e hizo visible este punto neurálgico. Así hoy no es solo un lugar de tránsito sino de encuentro, servicios, antojos y hasta una feria libre de productos frescos que se coloca todos los martes y jueves de 9 a 19hrs. y los sábados de 10 a 18hrs., en la salida norponiente del Subcentro.
Bueno, bueno…todo este bla bla nos dio hambrecita, o no? Al menos sed. Así es que vamos por lo que vinimos a leer aquí que, supongo, son los datos de cafecillos y negocios recientemente abiertos a pasos de Escuela Militar.
Estación 59 en calle San Pascual Web
Instagram @estacion59
Abrió a principios de 2017 y desde su nombre «Estación», y su carta en base a Viajes y Maletas, nos invita a viajar – largo o corto – por el mundo. Todo viene de la inspiración del cocinero y uno de sus gestores, ex dueño de Cascarrabia, Angelo Polloni.
En lo concreto, la comida es sabrosa y de porciones tan generosas, que dan para compartir. En su carta hay variedad como para cada día del mes: Aparecen las pizzas con su Parada Frita, que son unas papas fritas rústicas con ketchup casero; y quiches, hamburguesas, sánguches y fajitas. También hay ensaladas, que dan para almuerzo completo y que nos invitan a «Viajar liviano».
Encontré que el lugar es ideal para todo público y ocasión: Para ir solo por un desayunito (abren a las 7:30 am) con huevos y tocino; para tomar ahí, para llevar camino a la oficina y/o para pedir ya que pronto tendrán Delivery. Y tienen ambientes y mesas para tirar a la chuña: desde las que están en la calle para los que quieren dejarse ver; las mesitas piolas en el pasillo de acceso hasta el maravilloso patio interior techado o abierto. Ahí me senté yo, tan sumergida en los días otoñales que, como verán la foto, me acompañaron algunas coloridas hojas tiñendo de nostalgia y cariño mi viaje a Tongoy (un caldúo de tallarines con choritos, a veces almejas, camarones y salsa napolitana) y mi parada en Bangkok (un pollo con guiños asiáticos marinado en tamarindo con base de hojas verdes, cebolla, zanahoria, maní, menta, etc)…hasta mi jugo de zanahoria natural, hecho ahí mismo (siempre tienen 2 opciones más unos té fríos para llevar) y el postre con helados artesanales de berries.
Para «acompañar los viajes», les cuento que trabajan con los tés de Milagritos, lo cual es sinónimo de calidad y variedad. Atrévanse con el Té Chai, si quieren algo portentoso para el frío, o un perfumado Guinda japonesa (base de té verde) y alguna cosita dulce como los rollos de canela. Un justo equilibrio para la media tarde.
Huerta San Pascual – al lado de Estación 59
Facebook: Fanpage de Facebook
Teléfono: (2) 3223 9600 (el local cierra a las 20hrs).
Justo al lado de Estación 59, en el local 4, se encuentra La Huerta San Pascual donde una mamá, Teresa Chocrón; más Sigal, la hija; y la suegra, Ester Alvo, dedican su esfuerzo más vegano, crudivegano, sano, sostenible y natural a cocinar con sazón, cariño y equilibrio. Sáquenle las etiquetas, al final, es cocina sabrosa y natural. Cada aliño bien pensado para darnos energía y salud. Solo eso. Por eso, por favor ir, sin pre conceptos de nada. Solo con hambre para comer, respirar y conversar.
Hoy 17 de agosto, por ponerles un ejemplo concreto, el almuerzo ofrece lo siguiente: Quiche de champiñón/cebolla/ espinaca y linaza; surtido de ensalada (me dice Sigal que son como 10 ensaladas en una de lo completa que es); más jugo de piña con cúrcuma y mandarina de postre. Dato útil: La mandarina es preferible que la dejen para, al menos, una hora después del almuerzo, ya que la fruta provoca acidez, y lo cierto es que el estómago está muy concentrado en digerir el almuerzo, por lo cual una fruta retarda ese proceso. En breve, si podemos ayudarlo dejando la fruta para más tarde, hagámoslo. Es cuestión de hacernos el hábito.
Tiene poquitas mesas, abren a las 10 y el almuerzo empieza a las 13 y hasta las 15:30 o hasta que se acaben, y no hacen demasiados, así es que hay que apurarse a veces en llegar y/o en reservar. El almuerzo se ofrece solo de lunes a viernes, e incluye una entrada caliente, plato de fondo, jugo natural del día y una fruta, todo por $5.500. Los sábados también abren de 10:30 a 15 hrs,, pero no hay almuerzos.
Además, una visita a La Huerta vale por sí sola por la variedad de granos, fruta y verdura fresca, snacks saludables, chocolates, panes sin gluten, vitaminas, mieles, leches vegetales y ungüentos varios – entre ellos los productos Weleda – que venden. Es opción para comer, para comprar regalos y hasta acogen a emprendedores varios que ofrecen talleres de yoga y cocina saludable. Hay que estar atentos por sus redes sociales. La Huerta es, como me dijo la misma Sigal, un punto verde en Escuela Militar, quizás el más consciente e integral.
Y esto lo digo yo: Aquí no solo vienes a comprar si no que vas estrechando lazos, haciendo amigos y discutiendo también, porque como ya sabemos, la alimentación y lo que elegimos comprar y comer, es cada día más un acto político, de elección, de educación y de socialización.
Roasters & Co en Apoquindo
Instagram @roastersandco
Dos amigos ingenieros se cuestionan el sentido de la vida laboral. Dejan sus trabajos seguros y siguen la ruta del café de especialidad. Lo investigan, lo prueban y se dejan seducir por el tueste preciso y el ambiente relajado que propicia. Esos amigos abren, a inicios de 2017, Roasters & Co. Y están uno u otro atendiéndonos, sonriendo…nos transmiten su buena onda y, eso, junto a un buen capucchino, nos hace regresar y sentirnos en casa. Eso es lo que todos le pedimos a nuestro café…¿O no?
A primera vista, cruzas la puerta de Roasters & Co y parece que estás en Melbourne o en Boston, en cualquier gran ciudad hipster. Pero no, resulta que estás en Santiago, a medio paso de un juan valdez (minúsculas, sí, porque es malo – malo, del verbo malo y falso pues son granos putrefactos, ergo, veneno puro, que vende solo la imagen de café colombiano).
Aquí no. Aquí hay café que te hace viajar de Guatemala a Perú, de Colombia a Ruanda. . Se reconocen como «café de especialidad», es decir, un lugar donde saben el origen de sus granos de cafés, donde hay variedades para elegir, donde también promocionan el «Brew del mes» y donde tienes la ocasión para descubrir otros métodos de extracción aparte de la máquina italiana del espresso. Busca la V60, la Melita, el Dripper, entre otros, donde, y mucho no lo saben, se consiguen muchos más sabores e intensidades del café. Y no es que tengas que esperar 20 minutos. Date ese tiempo, esos 10 minutos porque con estos otros métodos se extrae más cafeína que en un espresso (ya que el café está más tiempo en contacto con el agua). Prueben y notarán de inmediato el impacto de la cafeína…de la buena cafeína. Cualquiera de los baristas les entregará su tiempo a este descubrimiento.
Si, por el contrario, andan apurados (pues Apoquindo es avenida de circulación rápida y de oficinas), no se preocupen pues piden su capucchino o su latte, se tientan con un queque de amapola que es ni tan dulce ni tan salado…o ya que hablamos de salado, se van con un sanguchito de pan ciabatta con rúcula y estamos listos para continuar la jornada o llevar de regalo a la compañera de escritorio.
Ojo que también tienen una sala de reuniones privada a un costado. Gran acierto. Y a fines de agosto abrirán sucursal en Providencia. Ya anunciaremos dónde…¿?
Pick a Deli en Badajoz 22
Instagram @pickadeli
Comida casera en un cafecito que es al mismo tiempo emporio. Y eso que parece un sueño hecho realidad, sí, lo es. Son 2 pisos, con mesas afuera, con bicicletero, en una calle tranquila que conecta Apoquindo con Alonso de Córdova, más cerca de la estación Manquehue, y se llama Pick a Deli.
Anótenlo como café, almuerzo, para servir, para llevar, comida sana y hecha ahí mismo, comida que no cansa, lugar para trabajar conectado.
A veces una se encuentra con salpicones de verduras, curries y ricas sopas (que no porque ahora cundan en muchos cafés, son todas igual de ricas y sanas). Y no todo es de «dieta» ni para «mujeres», pues existe la posibilidad de que haya guiso de porotos con longanizas (dependerá del clima). Para las más «pelo lights» sí, sí…hay ensaladas que, ojo, son preparadas ahí y llevan un aliño de yogurt/cilantro sanito-sanito, así es que no son las típicas «Castaño» (que igual salvan, están bastante buenas pero aburre la cantidad de escarola que llevan).
Ahora bien, si hay algo que te hace volver y regresar son unos mini croissants de pasta de almendras crujientes y blandos al mismo tiempo. Y con ese broche de oro que para mí es el azúcar flor encimita…¿Puede haber más toque de cariño y delicadeza?
Yo llegué ahí buscando el yogurt casero Goxoyogurt y miren lo que encontré! También tienen los jugos Tamaya (prueben el de black cherry) que son puro jugo de fruta y, por cierto, hay frutas frescas…gran acierto pues muchos locales se dan vueltas con postres súper pesados y uno lo único que quiere es un plátano o una pera.
Y siempre estuvieron ahí
Hay varios locales que siempre han estado ahí, haciendo patria en plena Apoquindo y no los quiero dejar pasar. No es cosa de nostalgia si no de hechos comprobables como el nunca bien ponderado Sergio’s, fuente de soda que se encuentra nada más salir / entrar por el acceso norponiente de la estación. Además de la panadería Castaños que ahora está de lado y lado; y la tostaduría Mataquito.
Y por la salida suroriente, que da al Unimarc, casi escondida, hay una galería donde está la Farmacia Abbas que hace preparados homeopáticos, gran dato para los productos alemanes Heel; hay zurcidoras, imprentas y esos negocios que el tiempo parece haber dejado en el olvido, pero no. Aquí están.