Blog Whereismeg

En casa, con la excusa del café

Oct 5, 2015

Este es mi primera posteo del blog. Estoy en casa, centro de Santiago, cerca de museos, parques y, sobre todo, a pasos de decenas de cafés interesantes.

Me encanta el café: desde el aroma de avellana, caramelo o miel que sale de la cafetera, desde la etiqueta que me lleva a viajar a Colombia, al Amazonas peruano, o a la selva salvadoreña. Desde el anuncio de que viene un nuevo día, hasta la mano del barista convirtiendo leche en espuma, convirtiendo una bebida en mil cosas, entre ellas, en una invitación a despertar.

Podría poetizar horas sobre el café (hablo del café de grano, que del otro, ni me hablen porque me pongo malgenio) pero, para empezar, solo quiero decirles que NO, no, no se toma hirviendo. Que aquella imagen humeante del café, es negativa, publicitariamente nefasta y solo traduce una mala extracción del café. Que la temperatura correcta del café es tibia. Significa que lo puedes tomar pero sin quemarte la lengua.

De mi barrio en Santiago de Chile que es Lastarria http://www.barriolastarria.com/, les recomiendo los siguientes 4 cafés (hay decenas y ya iré hablando de otros).

1.- Café Colmado – Santiago de Chile: lleva más de un año abierto y ha sabido mantener la calidad de los tuestes y ampliar la variedad de granos. Su proveedor es Jake Standerfer, el gringo de Coffee Culture de Maipú, es decir, con garantía de calidad. Mi último café en el Colmado, obviamente mi machiatto, fue Perú Pangoa: cálido, con notas de avellana sin nunca resultar muy ácido. Mi único reclamo a esta cafetería y emporio es que las sillas siempre me han resultado incómodas y, salvo las que están afuera y que son más bajitas (¡Mido 1.60 y valoro que los pies no me queden colgando del suelo!) y en las que solo me siento cuando hace calor, no es un lugar para ir a quedarse horas con un libro, ni trabajando en el computador pues ni hay donde apoyar la espalda.

2.- Café del Ópera: sirven Lucaffé y lo hacen bien. Nunca me han quemado el café pero, además de este punto fuerte, lo cierto es que se los recomiendo porque es ideal para reuniones (sobre todo el segundo piso, con buenas mesas y luz tenue) y, yo que soy friolenta, encuentro en pleno invierno un lugar donde estar a gusto. Y en verano, no faltaba más, te ponen aire acondicionado. ¿Les parece obvio? Pues en Santiago no lo es. Gran punto a favor para el café del Ópera (hay otros como los helados, el surtido de galletas, etc, etc. no nos desviemos, por favor).

3.-  Punto Ocho – restaurant del hotel Cumbres Lastarria: es el novísimo del barrio. Es más, mientras escribo esta nota, el común de la gente que se pasea por calle José Victorino Lastarria no sabe que arriba, en el 8º piso del más reciente hotel de la Cadena Cumbres, funciona el restaurant Punto Ocho y que ahí también se puede tomar un rico café marca Britt.

4.- Bloom Café: es un puntito cafetero que abrió recién por el mes de junio en calle Merced, donde alguna vez funcionó el Bazar de la Fortuna. Trabajan con Café Lama y ofrecen un buen café peruano de la variedad Pangoa, otras veces tienen Costa Rica y, ojo, son los únicos del barrio – y por eso lo incluyo en esta breve lista – que abren lunes a viernes a las 8 de la mañana. Llueve o truene. Hay opción para servir ahí o para llevar y, otra cosa distinta, es que tienen una tarjeta de socio. Después de 8 cafés, te sirven uno gratis. Para ello, al primer café pide tu tarjeta y sucesivamente te irán marcando cada nuevo café.

Y bueno, para que sigan disfrutando de un buen café y vean que locos por el café hay muchos y en todos lados del planeta, comparto la historia de The Perfect Coffee at Home http://www.perfectcoffeeathome.com/ Es la historia de Michael Haft y Harrison Suárez, dos marines estadounidenses que, tras pasar por la Guerra de Afganistán, decidieron que había mucho que aprender de esta bebida.

Por cierto, mi café es machiatto (que significa manchado en italiano)

¡Hasta mañana!