Cuando digo que hago consultorías y que ayudo a mejorar la gestión turística desde cualquiera de sus ángulos: la manera como se presentan, qué ofrecen en un desayuno o los colores de una habitación, muchos no visualizan fácilmente mi aporte. Así es que hoy decidí contarles algo de mi faceta de consultora en marketing de contenidos.

¿Cómo trabajo? Yendo a cada rincón de Chile para encontrarme y conversar con emprendedores turísticos y gastronómicos.

La conversación y la mesa son las excusas para descubrir cómo empiezan sus negocios, qué temores tenían entonces y cuáles tienen ahora, cómo se relacionan con sus vecinos y con las entidades públicas de su región. Cómo hacen comunidad y al hacerlo se abren al turismo.

Aunque muchas historias se parecen, nunca me he dejado de asombrar y de aprender con sus particularidades. Cada familia, historia, servicio, producto o lugar es tan distinto entre sí, que se impone lo único, original y memorable.

La sala de esta foto olía a ahumados y cecinas. Era sábado en la mañana de un día de invierno en Freire, Araucanía, sur de Chile. No había letrero que anticipara este paraíso de cecinas y ajíes, pero poco importó porque llegué bien acompañada en comitiva con el chef Juan Quiñemán @jcquineman y el equipo de la Municipalidad de Freire, para conocer a Norma Catrián, el alma de Cecinas Kimey @cecinaskimey

Me sorprendió su claridad y visión comercial. Norma sabe hoy, y ya lo sabía allá por el año 2005, que tenía un producto de primer nivel y que rescataba las recetas aprendidas de su padre. Empezar a vender fue honrar su raíz mapuche. Eso no ha cambiado ni cambiará por vender más longanizas o costillares. Lo suyo es el sello local y artesano. Su evolución va por ampliar sus canales de venta como el envío a regiones y disponer del sellado al vacío. Norma, además, se ha desarrollado en su faceta de profesora dando clases de cocina a cientos de mujeres de la región.

El mensaje es claro: todo comienza con una buena conversación. Yo pregunto, pregunto mucho. Y basada en mi amplia experiencia como viajera, usuaria, clienta y profesional del turismo y las comunicaciones, voy dibujando un mapa de acción: desde cambios y mejoras que no cuestan ni un peso, hasta cambios y redefiniciones mayores.

Si están en el sur de Chile, cerca de Temuco, los invito a seguir la huella emprendedora de Norma y su familia. No hay mejor panorama que saber de dónde viene lo que comes, respirar el aire de campo recién mojado por la lluvia, quizás empapado de aromas ahumados, oír el canto de los treiles o compartir un té calientito.

Mi mensaje no es que me envidien. Es que se inspiren a buscar la conversación y lo local sea donde sea que estén.