Acabo de regresar de mi primer viaje a Costa Rica Vea más, un destino de aquellos con los que una sueña toda la vida pues ha crecido sabiendo que es uno de los pocos países del mundo (que no sea una isla) sin ejército, un país pequeño de solo 4.9 millones de habitantes pero, aun, con zonas poco habitadas; un país donde los negocios del café se cierran con un apretón de manos (a lo «gallero» le dicen). Un país, sobre todo, pionero en cuanto a conservación de sus ecosistemas, energías renovables (ver info reciente Link) y visión innovadora de lo que es turismo aventura, turismo outdoor, turismo sustentable, verde…Busque cualquiera de esas categorías, y llegará fácil a Costa Rica.
Todo este preámbulo es para aclararles que no voy a hablarles aquí de canopy, buceo, de monos trepando por la habitación selvática ni de avistamiento de ballenas. Quiero contarles de «mi» Costa Rica, la que no sale en folletos, la que te sorprende por lo maravillosamente verde y agreste que se ve todo; por lo raro de algunas costumbres y por lo rico de sus productos.
Ese país que se te mete poco a poco en la página más entrañable de tus viajes. Una página, en todo caso, cálida, verde y que te hace bien.
Lo raro
¡A mojar la mesa!
Sí, porque al parecer en Costa Rica no conocen o no gustan de los posavasos. Ya verán ustedes por las fotos, que sea el lugar que sea; la bebida o el clima que fuera, nunca apareció ni de casualidad un posavasos. Eso, en un país tropical donde casi todo tiende a evaporarse o derretirse rápidamente fue algo, por decirlo de alguna forma…raro.
¿Costa a costa en un día? No possible
Una de las cosas que me dijeron al aventurarme en Costa Rica es que se podía cruzar el país en unas horas. Lo cierto es que, ya sea por el clima, por las carreteras o por la distancia real a la que uno va a dirigirse, no lo veo posible. Además, considerar que si bien amanece temprano, cerca de las 5: 30 am, también se oscurece temprano, pues a las 17:45 hrs es casi noche.
No es que las rutas sean malas, pero como el 27% del país es territorio protegido y hay más de 75 parques, entonces las rutas serpentean para no afectar este delicado ecosistema. Pueden decirme que debería haber un punto intermedio entre el progreso (por ejemplo, abrir túneles en ciertas rutas) y el resguardo del medioambiente, y sí, al viajar por Costa Rica uno lo piensa, pero la realidad es que aun eso no sucede.
Así es que es raro que te «vendan» Costa Rica como si pudieras cruzarlo en 1 día, en automóvil o por tierra. Habiendo pasado 9 días en el país y habiendo hecho el traslado de Manzanillo – Limón en el Caribe a Santa Teresa en el Pacífico norte, honestamente no lo veo posible. No, al menos, que tu objetivo sea solo llegar. Llegarás, sí, pero no a tiempo para disfrutar la playa y, si no tienes ya una reserva de alojamiento, te costará más encontrar uno cuando va atardeciendo.
Nosotros salíamos cerca de las 7am, por ejemplo, para llegar de Manzanillo a Limón, donde está el aeropuerto, para tomar de ahí una avioneta a San José, la capital. La distancia es de 70 kms. pero hay que prever unas 2 horas por si acaso. Tomas la avioneta y en unos 40 minutos (163 kms de distancia) llegas a San José. Pero íbamos a Santa Teresa como destino final, así es que hubo que esperar casi 2 horas en una – valga la redundancia – sala de espera nada de glamorosa (con wifi, eso sí) para finalmente embarcarnos rumbo al Pacífico, atravesando la Península de Nicoya. Resumen: Ese día nos la pasamos viajando.
Este es solo un ejemplo, pero da una idea de que deben ser precavidos con el cálculo de distancias y carreteras pues lo que en el mapa aparece cerca, en coche o por tierra, puede implicar otra historia. A eso súmenle si van en estación de lluvias, cuando es posible que muchos puentes (muchos son solo badenes) quedan inutilizados. Esa «rusticidad» también es lo que ha hecho fascinante a Costa Rica, pero es mejor ir advertidos.
Erre de Costa Rrrica
Los ticos tienen, aunque no gusten de contarla mucho, una larga historia de dominación económica estadounidense sobre sus tierras. Por aquí pasaron grandes petroleras, grandes productores de banano como la poderosa United Fruit Company (hoy Dole, Chiquita y Del Monte), café, piña (CR es el principal exportador mundial)…No sé si esto explica un acento pero hasta hoy los estadounidenses están fuertemente relacionados a los ticos, y son el tercer país en inmigrantes después de Nicaragua y Colombia.
Así es que no se extrañe si muchas de las «erres» castellanas las pronuncian con un arrastre «english». Pronúnciese Costa Rrrica con una «erre» como si usted fuera «grringou». ¿ok? Ellos se ríen de esto, no se dan cuenta, pero todas las «erres» las pronuncian como gringos. Lo más chistoso es que, hablando de esto con un señor en la barra de una heladería, me escucha el «acento chileno», me dice que tengo un «cantaíto» y yo le digo…claro, todos tenemos algún cantadito pero no nos escuchamos, solo es…así sucede con los peruanos, colombianos, argentinos…en fin. Y el señor, sin inmutarse, me responde que ellos no. ¡No! jajaja Fue ahí que lo invité a decirme Costa Rica, refresco, raro, rosa, roca, rabia, arroz…y lo dijo con esta erre arrastrada que les comento. Pero lo sorprendente y «raro» es que él no se escuchaba, según él, lo decía igual que yo. Fue chistoso comprobarlo…por eso, digo yo, esa erre es «rara».
Lo maravilloso
Playas, playas y playas…ninguna igual a otra
Limón, Manzanillo, Punta Uva o Caguita, por el Caribe. Mal País, Santa Teresa, Cuevas o El Carmen si es por el Pacífico. Todas son playas, dirán muchos. Todas de aguas cálidas, agregarán otros. Pero, ojo, no son ni geográfica ni culturalmente iguales. Así es que, como todo en la vida, hay que decidirse por algunas, darse el chapuzón, desparramarse en la hamaca (siempre hay una sea en los hoteles o en la playa) y dejar de decidir cualquier cosa trascendental. Descansar, mirar atardeceres, pedirse un jugo de tamarindo, cas o mango; compartir una conversa casual con gentes de todo el mundo que vas encontrando a tu paso (Costa Rica está llena de extranjeros, todos bien mezclados con ticos, no hagan diferencias)…por ahí van tus decisiones diarias. El resto, arrendar una bici, caminar, leer, escuchar los sonidos de la naturaleza, entrar y salir del agua, untarse protector solar y repelente de insectos…eso sí es recomendable.
En el Caribe sur, y especialmente en Manzanillo – pequeño caserío al sur de Puerto Limón y de Playa Cahuita-, predomina una herencia jamaiquina que quizás muchos desconocen y que data de principios del siglo XX. Dicen que es la región del país donde convergen más culturas diversas pero también fue la más despoblada. De hecho, el Caribe tico se pobló con los inmigrantes de Jamaica, quienes fueron dejando su raíz reggae, sus casonas y toda esa onda «Bob Marley» que muchos identificamos con la isla.
Entrando a las playas, el agua es deliciosa tanto en el Caribe como en el Pacífico pues es bien templada (es decir, no tan caliente) y tiene buena profundidad. Yo lo destaco pues no me gustan las playas tipo «piscina» ni aquellas donde el agua es tan, tan caliente. Por donde vayan verán mucho verde. De hecho, Manzanillo está a los pies de Refugio de Vida Salvaje Gandoca – Manzanillo, un santuario natural de palmeras que casi se caen sobre las olas del mar. Es un buen enclave para andar en bici así es que verán muchos locales de arriendo de bicicletas, como vendedores de joyas de macramé en Puerto Limón. De noche, la selva se despierta a los sonidos de ranitas, ranas y demás especies selváticas que muestran la faceta real de estas tierras.
El Pacífico es un territorio tan vasto que solo puedo hablarle de Mal País y Santa Teresa. Aquí las montañas casi caen sobre las olas. Es una costa salpicada de islitas que pudimos apreciar desde la avioneta en que llegamos. Salvo unos Barceló, no hay ni esperen encontrar resorts ni torres de edificios. Tampoco semáforos ni pasos de cebra…¡Una maravilla! Solo es el ruido de las olas, quizás de algunos grillos y sapos nocturnos y nuestras conversaciones.
¿Panoramas? Muchos…Hay tours para pescar atún mar adentro desde Playa Mal País y, desde allí mismo, unas horas más tarde, dejar que los mismos pescadores-guías turísticos, lo transformen en un fresquísimo sashimi. Algo único que les recomiendo absolutamente. De ahí, al día de playa, se va caminando.
En el pueblo de Santa Teresa encontrará farmacias, cafecitos, panaderías bien gourmets y hasta supermercado regentado por – adivine – chinos. Ellos cierran a las 22 horas, y se agradece.
También es un buen lugar para tomar lecciones de surf o de SUP, que es lo que está de moda hoy en día. Los sábados hasta las 5 de la tarde, muy cerca del hotel Trópico Latino se arma un mercadillo orgánico que viene desde temprano moviéndose desde Moctezuma. Hay cafés de fincas familiares, panes hechos en el día, mieles, artesanías, frutas y hortalizas, todo orgánico. Todo amenizado por algún tamborcillo o guitarra improvisada. Todo a 5 pasos de la playa. De ahí lo invito a quedarse viendo el atardecer desde las hamacas del Trópico Latino (son menos de 500 metros hasta el mercadillo).
Cafés y cafetales
Después que has estado a los pies de un cafetal, palpando sus granos rojos, sus hojas siempre brillantes, encogidas como suplicando algo al cielo, me pregunto ¿cómo podrías volver a tomarte un «Nescafé»? Ni persignándome, digo yo. Después de saborear el regalo de este fruto tomado de la tierra «tica», es decir, que te estás tomando el 1% de la producción de café de especialidad del mundo, lo más graneado de la élite del café…¿Quieres regresar a un agua color «café», sin remota referencia a su fruto, su tierra, su clima, sin recordar su característica carreta (souvenir obligado) y sin ninguna de las propiedades que la naturaleza le dio? Perdonen la circunferencia que me he dado, pero así de maravilloso y diverso es el café de Costa Rica.
Como en la mayoría de los países productores de café, éste se toma sin leche. Puede ser un «ralito», es decir, un café negro, fuerte o tintito pero más diluido en agua; puede ser de Turrialba (más Caribe); Tarrazú (al sudeste de San José) o de alguna de las 8 regiones cafeteras Ver más de Café de Costa Rica; puede ser hecho en máquina italiana o puede ser chorreado, y si así se lo ofrecen, no lo rechace por nada del mundo. Miren que es lo más típico y casero de los ticos porque se cuela el café con un filtro de tela y yastá. Es un símbolo de hermandad.
Lo rico
Lo dejé para el final. ¡Ufff! Tengo demasiadas cosas para compartir en el ítem de lo rico así es que permítanme hacer una lista. Por algo el país se llama Costa Rica.
Patacones: Dicho en fácil es plátano verde frito y aplastado. A veces es grandote, otras más pequeño. Siempre rico. Insoslayable, imperdible. Ideal para compartir y picar entre amigos.
Casado: Plato de obrero, de macho hambriento…mezcla en un plato alguna proteína, arroz, plátano frito y alguna ensaladilla que puede ser de repollo o tomate. Se supone que es comida casera sabrosa…llamada así porque el «Hombre casado» come rico, la comida que le hace su esposa. Hay tantas versiones que, en cada lugar, deberá preguntar qué trae.
Rice&Beans: Es de los platos más típicos. Arroz y porotos, la base de la dieta caribeña. Solo que aquí te lo dan en inglés. También viene en un casado, te lo ponen al desayuno…o sea, que salvarse de Rice&Beans es casi, casi imposible.
Salsa Lizano de frijoles negros volteados: Viene con casi todo. La más famosa es la marca Lizano, la original, creada en los años 20, pero en restaurantes hacen sus propias versiones. Hay de porotos negros y rojos. Tiene un toque ahumado que me fascinó.
Cas: Un tipo de guayaba muy, pero muy ácida. Exquisita e ideal para jugos o postres. Dése el gusto de probarla, al menos. En la foto de las frutas, aquí abajo, es la que aparece en rodajas verdes, a la izquierda de la piña.
Cajetas: es manjar o dulce de leche en bloque. Generalmente viene con pequeños trozos – como marmoleado – de mermelada de guayaba. Es uno de esos souvenirs que debe llevar a grandes y chicos.
Queso Turrialba: Es un queso blanco, ligero, muy parecido al queso de chacra o al quesillo, pero con más cuerpo. Va bien en desayuno, o ensaladas lights o para comer solo. Hay otro queso blanco que se llama palmito, pero lo encontré muy salado.
Frutas: Vaya por todas…Piñas, papayas, frutillas, cas, bananas, mangos, moras, sandías, naranjas…todas las frutas son deliciosas. Combínelas y saboréelas una y otra vez.
Paty o Patí: es una empanadita con guiso medio picante. Solo se come en la costa de Limón.
Rondón: Es una sopa de pescado con fruta de pan, plátanos y pimientos. Tiene su toque picante-especiado. Puede ser muy picante así es que pregunte primero por el punto de picor que quiera. Lo encontré en Limón, pero en San José lo tienen en restaurantes también. Es un súper buen alimento cuando una anda, como yo estaba, resfriada.
¿Te dieron ganas de Costa Rica?
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Esencial Costa Rica – su marca /país
Link Hotel en costa del Pacífico: Trópico Latino (yoga, masajes, excelente cocina costarricense renovada, a 700 kms del pueblo de Santa Teresa)
Link Hotel en costa Caribe: Almonds & Corals (A medio camino entre Limón y Playa Uva, amplias cabañas con jacuzzi medio escondidas en la selva, sin playa apta para baño).
Link Hotel Marriott San José – Heredia (lejos de San José, pero con un paisaje maravilloso sobre un campo de golf, caminillos para pasear a la luz de la noche y un enorme guanacaste como anfitrión del jardín. Más: 2 piscinas, capilla, restaurantes y bares para toda ocasión, servicio impecable).