Cuando te dicen que el Valle de Itata, en el sur de Chile, NO SE PARECE A NADA que hayas conocido, te dejan, sinceramente, donde mismo. ¿Qué es eso que lo hace TAN especial? Eso que NO se parece a ningún otro valle con viñas centenarias? En estas líneas intentaré traducirlo. Voy del paisaje a la botella. ¿Me acompañan?
1.- En Itata las uvas no se levantan del suelo. Están, literalmente, echadas a la tierra como reposando, descansando o quizás conversando con sus propias raíces. Son vides con más de 100 años, lo que después de la plaga filoxera y visto desde Europa es un «milagro», pero que en el Nuevo Mundo no valoramos en toda su dimensión. ¿Cómo lo pueden saber? Fíjense en sus troncos. Son anchos, retorcidos y macizos, cuando en otros valles estamos acostumbrados a «ver» palitos finos, más bien delgados y esbeltos.
2.- El Valle de Itata está intersectado por su río Itata, que es ancho y sinuoso. Pero no es ahí donde se despliegan las parras sino entre vegas, bajos, sinuosos caminos entierrados, medio escondidos y laberínticos. No se parece a esa noción centralista que los chilenos tenemos de un «valle» como una planicie que se divisa desde una altura. En Itata las colinas se suceden una tras otra con quebradas abruptas y, cosa linda, muchas viñas que ofrecen visitas, nos permiten admirar el paisaje desde sus miradores, y copita en mano.
3.- El Valle de Itata HOY tiene vinos chileno, paisaje chileno, patrimonio chileno y gente del campo chileno. Pero no siempre se reconoció la importancia de su legado. El valle de Itata viene cargado con historias de pobreza, reemplazo de cultivos y el rostro de sus habitantes tiene la huella de la migración campo – ciudad. Hay resentimientos antiguos, pero también esperanzas en que el vino – y sobre todo el enoturismo, – pueden abrir compuertas económicas sustentables. Hoy se da una prometedora intersección y diálogo entre los viejos viñateros, sus hijos e hijas, con enólogos curiosos e interesados por ser parte de esta tradición. Ojalá la senda sea siempre de diálogo e innovación porque nosotros como turistas ganamos: bebemos buenos vinos, conocemos nuevos paraísos y todo eso poniéndole rostros únicos. Esa autenticidad que busca todo viajero, está despertando en Itata.
4.- El «descubrimiento» del Itata se lo podrán adjudicar varios enólogos y esa disputa la dejo ahí. Lo interesante es que, mirando lo que ocurre con estos descubrimientos, el modelo de llegar a descubrir un terroir olvidado tiene ya referencias en el mundo. Un ejemplo? El Priorat, esa región montañosa catalana de la cual el Valle de Itata podría ir tomando nota en términos de D.O., asociatividad y enoturismo.
5.- Itata es la historia de quienes decidieron no vender su uva, embotellar sus vinos y que, poco a poco, han comenzado a ver la luz del reconocimiento, pero también la necesidad de asociarse para entrar al mapa del enoturismo con tours abiertos, cocina de campo y hospedajes con encanto.
6.- Las 3 cepas que identifican al Valle de Itata son: País (tinto), Moscatel de Alejandría (blanco) y Cinsault (tinto). Algo más de Torontel (blanco) y espumantes. Esa son las que deberían comenzar a probar aquí.
7.- ¡Y llegamos a la botella! Señor@s: ¡Hay donde comprar vinos de Itata, en Itata! Parece lógico pero cuando hablamos de pequeños viñateros – emprendedores, de vinos hechos en garages, patios y embotellados con esfuerzo supremo, que deben repartir sus días entre muchas y diversas labores, no siempre es fácil abrir una tienda para vender sus producciones. Así es que solo queda aplaudir, apoyar e ir a comprar. Anoten: En Guarilihue, km.10, los 5 amigos de Vinos de Patio abrieron este año una tienda que ofrece sus vinos sin intermediarios. ¡Por variedad y calidad no se quedan! Para asegurar que estén abiertos, les sugiero avisar la visita al teléfono +569 65968802 de Viviana Díaz. http://www.vinosdepatio.cl
Más cerca de Chillán, la ciudad – referencia del Valle de Itata, está Ñipas y en Ñipas, la tienda Alma del Itata. Bien surtida y bien atendida, es una iniciativa que partió hace 6 años con la viña Cucha Cucha de Corparauco como una forma de apoyar ese punto débil que, como decía, significa vender los vinos del Itata. Entre sus etiquetas está Viña La Kura; Trifulca; Cuarzo; Bella Tierra; Terra Esperanza, Casa del Alto; Licán, Magenta, Borde Sur, entre otras etiquetas. Su horario es de martes a domingo de 9 a 18hrs. En verano hasta las 22 hrs. Distribuyen a todo Chile y tienen este botón de compra online: http://@almadelitata
¿Comer? ¿Dormir en Itata? ¿Les interesa tener datitos a la mano?
Eso lo dejo para un próximo posteo. Para impacientes, revisen estas 2 webs: http://www.valledelitatachile.cl https://rutadelvinoitata.com
De la tierra al vino y del vino al podcast
Aquí puedes escuchar el episodio Entrando al Itata en versión podcast.
Lo emití en ADN Radio el 11 de marzo, 2022, como parte de mi sección Lo lindo de Viajar por Chile de @Ademlatam
https://open.spotify.com/episode/5svb9N7OX2TlgNQ3qZ7R0T?si=abefcb7a018b431d