Chile es un país tan largo y delgado como, a veces, incomprensible y difícil de desentrañar. Hablamos «chileno», cortamos las últimas sílabas de las palabras y qué decir de las «eses» que nos tragamos sin darnos cuenta (nadie dice Buenos Aires sino Bueno’haire).
Nuestra geografía humana no está en los mapas ni en las guías, sino entre omisiones, siutiquerías y garabatos diversos. Quizás ahí reside su atractivo, su imán, magia o…también, si usted es turista, el peligro de perderse o de no entender nada (no «cachar» nada).
Para ellos, turistas desprevenidos, quiero «soplarles» 7 cosas que ninguna guía le dirá, pero que todo chileno en la calle sabe.
1.- La Alameda no existe, no está en los mapas.
La Alameda no existe en los mapas. Los mapas le dirán «Avenida del Libertador Bernardo O’Higgins» que fue nuestro «Libertador» cuando decidimos independizarnos de España, nuestros primeros colonizadores. Sin embargo, la «Alameda», como debe aprender, es la principal avenida de la capital chilena, Santiago. La Alameda es la columna vertebral de la principal línea de Metro de Santiago, es el epicentro de cualquier marchas ciudadana que se precie de alguna convocatoria; es por donde circulan la mayoría de las micros y vehículos; es donde está La Moneda, la Universidad de Chile, la Estación Central, los terminales de buses al norte, al sur, a la Costa…en fin, aprenda a preguntar por la Alameda y olvídese de lo que dicen la mayoría de los mapas.
2.- Ferias de artesanía
¿Usted busca alguna artesanía en cobre, nuestro principal producto de exportación? O algún poncho tejido en telar mapuche? O quizás alguna de las variadas cerámicas, desde negras de Quinchamalí hasta blancas de Pañul, para llevarse como recuerdo «chileno»? Tenga entonces cuidado con el letrero que le anuncia «Feria de Artesanía» pues en esta seguidilla de puestos difícilmente encontrará lo que se anuncia. La mayoría de las ferias de artesanía hoy en Chile – sobre todo en playas, y más si es verano -, NO venden Artesanías. En cambio, encontrará muchos aros, joyas indias, pañuelos «made in China» de última temporada, plantas, artesanías peruanas o altiplánicas comunes, marroquinería latinoamericanista de aquella misma que encuentra desde Montañita hasta la Patagonia; también encontrará hierbas de toda índole, inciensos; puestos de comida, jugos, café instantáneo y un largo etcétera que no responde al cartel de «Feria de artesanía». Si quiere comprar artesanía chilena busque la Fundación Artesanías de Chile en el Centro Cultural Palacio La Moneda, en el aeropuerto de Calama o las tiendas de esta fundación en los hoteles Enjoy; los artesanos que están en el Pueblito Los Dominicos (Metro Los Dominicos – Santiago), en la Tienda Ona, entre otras de gran valor y variedad.
3.- Micro – colectivo – Metro y taxi
Las micros son los autobuses. Los colectivos son taxis con letreros arriba y con recorridos determinados, que se comparten entre 4 pasajeros. El Metro es el tren subterráneo en Santiago; en Valparaíso se le conoce como Merval (va de Valparaíso hasta Limache) y en la ciudad de Concepción existe el Biotren (que recorre desde Talcahuano hasta Hualqui y Coronel). Los taxis son vehículos (autos se les dice en chileno) pintados de negro con techo amarillo, que deben usar taxímetro visible que tienen un monto mínimo anunciado en un sticker en el vidrio delantero, y que desde ese monto va subiendo según la distancia recorrida. Si lo desea, al terminar su viaje, puede solicitar el «comprobante» que sale automáticamente de una boletera.
Otro apunte importante para movilizarse es que los paraderos son solo eso: paraderos para pararse a esperar la micro. Tienen techo y, algunas veces, señalética, pero quien no conozca la ciudad, se perderá. Y aun conociéndola, no sirven para nada. No dan información de rutas ni horarios fidedignos así es que, si se desorienta, mejor pregunte a otro peatón o al mismo chofer la micro en cuestión.
4.- Bip! y Merval
Para moverse por Santiago ya sea en Metro (Línea 1, 2, 4 y 5…nos saltamos la 3 que, junto a la 6 están actualmente en construcción) o en micro, debe contar con una tarjeta azul llamada Bip! que se carga en el mismo Metro, en locales de Servipag y algunos locales con la señalética de Bip!. En caso de que solo necesite movilizarse en Metro, puede comprar el boleto unitario. No existe la opción de usar este boleto combinado entre micro y Metro. Tampoco hay «packs» de 10 ó más viajes.
En el caso del tren de Valparaíso del que les hablé, el Merval, debe obligatoriamente sacar (o sea, comprar, la tarjeta Merval) para movilizarse, sea usted turista o no. Tiene un costo mínimo de carga y de ahí, según la distancia que recorra y si es horario de punta o normal, el costo del viaje irá variando.
Quizás escuchará sobre el Transantiago, que es el plan de transporte público de Santiago de Chile. Lo importante es que sepa que esa palabra existe pero que, en la práctica, se trata de que ahora las micros son naranjas (antes eran amarillas); que antes el pasaje se pagaba con dinero en efectivo (ahora con la Bip!) y que la misma tarjeta se puede usar combinada entre Metro y micro y que, durante el lapso de 2 horas, no le va a cobrar un pasaje extra. La excepción es la hora «punta» del Metro donde le cobrarán un margen de 60 ó más pesos o si combina con la misma micro, le volverán a cobrar como un nuevo viaje. por ejemplo, si tomó la 502 y vuelve a tomar la 502, entonces le cobrarán pasaje nuevo antes de que hayan pasado las 2 horas. Son detalles que nadie pero nadie le va a decir y yo se lo cuento para que no se sorprenda y, antes bien, aproveche estos pequeños beneficios del Transantiago.
5.- Huevón – hueón – hueá – hueviar
No es que los chilenos se la pasen comiendo «huevos», si no que el habla chilena suele estar plagada de «garabatos» que, aunque empezaron como excepciones, con el paso de las décadas, se convirtieron en parte natural y hasta muletillas del habla. Así es como pasamos de decirle a alguien «huevón» (gueón, weón) en los años 80’s como sinónimo de insulto, hoy es la palabra más usada (no exagero) por toda la población. Un signo, quizás, de democrático equilibrio pues desde los «cuicos» hasta los más «proletarios» lo utilizan…así también hombres y mujeres para referirse al amigo, al asunto, al tema, al problema, al momento, al enemigo, jefe, cliente o cualquier aspecto de la vida. Adverbio, sustantivo, adjetivo, pronombre…en fin, las variantes que nacen del «huevón» son infinitas. Si es francés, la palabra más parecida sería «con», connard. En inglés sería algo similar a «shit», idiot, stupid o dude.
Así entonces, usted podría escuchar minutos y horas de conversaciones de diversa índole que suenen más o menos así:
- Hueona, supiste?
- No! No hueví…
- En serio, el hueón no estaba hueviando y el otro hueón llegó…
- etc
- etc
- Hüena la hueá…
6.- Terremoto y temblores en Chile
Para los chilenos, un movimiento sísmico de 6 grados Richter o Mercalli (palabras que tenemos muy integradas a cualquier conversación básica, como país ultra sísmico que somos), es solo un temblor. Puede que CNN Internacional o la BBC diga terremoto pero usted relájese. Es probable que ni lo sienta, que tampoco vea a nadie asustado a su alrededor o que, si se asusta, un chileno lo mire con sorpresa y hasta se pueda sonreír. Así es que, cuando el movimiento supere los 7 grados, solo entonces, sí, alértese, quédese donde está, mire hacia arriba a ver si tiene algo que se le pueda caer, vaya a la zona de seguridad del edificio que es frente a ascensores, no se ponga debajo del quicio de una puerta (eso pasó a la historia)…o siga a la masa que seguramente es mayoritariamente chilena. Y si está en la costa, vaya por la zona de evacuación que es, básicamente, subir al cerro y alejarse de la costa.
7.- Los gentilicios y cortes de ciudades
No gaste saliva ni diccionarios de la RAE intentando pronunciar localidades, lugares, ciudades o pueblos que nadie que viva en Chile nombra por su nombre. Y así como abrí esta lista con la Alameda, existen también otras palabras que lo ayudarán a guiarse y conversar con los chilenos de manera más fluida. Anote:
- Los porteños son los habitantes de Valparaíso.
- Los pingüinos son los habitantes de la región más austral de Chile, que es Magallanes, casi llegando a la Antártica.
- Los capitalinos son los habitantes de la capital chilena, Santiago de Chile.
- Pudahuel es el nombre que, en realidad, le damos al Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez, que es donde usted muy probablemente llegó a Chile.
- Curiyork es Curicó.
- Viña es Viña del Mar
Esta lista continuará…